El intelecto animal siempre ha sido cuestionado, pero el que es dueño de una mascota, no se lo cuestiona demasiado.
Durante años ha sido estudiada y además comprobada, la capacidad que tienen las mascotas de expresarse, aprender y comunicarse.
En muchas ocasiones, la gente se pregunta si las mascotas que tienen en casa, sean perros o gatos, son inteligentes, si acaso piensan, tienen sentimientos.
Está demostrado, a través de estudios científicos, que el hombre no es el único ser con inteligencia sobre el planeta Tierra. Que razonamos, eso sí, pero no somos los dueños de sentimientos como amor, odio, tristeza ni de la habilidad de la comunicación. René Descartes, filósofo del siglo XVII, sostenía que los animales carecían de estado consciente, de inteligencia y de cualquier proceso mental análogo al del ser humano.
Pero muchos propietarios de perros y gatos opinan diferente. ¿Quién no ha dicho alguna vez que ¿A mi perro sólo le falta hablar?, ¿mi gato odia la comida?, mi perro trae la correa para que lo saque a pasear, cuando quiere jugar, mi gatito me trae la pelota?
Efectivamente, estas situaciones ocurren con mucha frecuencia. Y es que entre mascotas y dueños existe un vínculo demasiado fuerte. Este se va enriqueciendo con la interacción diaria desde que el cachorro llega a casa.
Los científicos definen la inteligencia como la capacidad de enfrentar símbolos, relaciones, nuevas situaciones o problemas y resolverlos de una manera adecuada. Tomando en cuenta esto, muchos sostienen que la inteligencia de los perros y de los gatos es más un mito que una realidad. Pero de acuerdo con la filosofía de Aristóteles, la razón de los animales difería de la nuestra no por su naturaleza sino porque va del más al menos. Para Charles Darwin, se trataba más de un asunto de grado y no de clase. Afirmaba que las distintas emociones y facultades como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación de las que se jacta el hombre, se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores.
Hasta ahora, numerosos científicos, autores de libros y otros estudiosos, han concluido que los animales poseen, en grado variable, capacidad de razonamiento, sentimientos y comportamiento inteligente.
Estas conclusiones son alentadoras y dejan ver el interés de la ciencia por adentrarse en los procesos de comunicación entre el hombre y los animales domésticos.
Durante años ha sido estudiada y además comprobada, la capacidad que tienen las mascotas de expresarse, aprender y comunicarse.
En muchas ocasiones, la gente se pregunta si las mascotas que tienen en casa, sean perros o gatos, son inteligentes, si acaso piensan, tienen sentimientos.
Está demostrado, a través de estudios científicos, que el hombre no es el único ser con inteligencia sobre el planeta Tierra. Que razonamos, eso sí, pero no somos los dueños de sentimientos como amor, odio, tristeza ni de la habilidad de la comunicación. René Descartes, filósofo del siglo XVII, sostenía que los animales carecían de estado consciente, de inteligencia y de cualquier proceso mental análogo al del ser humano.
Pero muchos propietarios de perros y gatos opinan diferente. ¿Quién no ha dicho alguna vez que ¿A mi perro sólo le falta hablar?, ¿mi gato odia la comida?, mi perro trae la correa para que lo saque a pasear, cuando quiere jugar, mi gatito me trae la pelota?
Efectivamente, estas situaciones ocurren con mucha frecuencia. Y es que entre mascotas y dueños existe un vínculo demasiado fuerte. Este se va enriqueciendo con la interacción diaria desde que el cachorro llega a casa.
Los científicos definen la inteligencia como la capacidad de enfrentar símbolos, relaciones, nuevas situaciones o problemas y resolverlos de una manera adecuada. Tomando en cuenta esto, muchos sostienen que la inteligencia de los perros y de los gatos es más un mito que una realidad. Pero de acuerdo con la filosofía de Aristóteles, la razón de los animales difería de la nuestra no por su naturaleza sino porque va del más al menos. Para Charles Darwin, se trataba más de un asunto de grado y no de clase. Afirmaba que las distintas emociones y facultades como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación de las que se jacta el hombre, se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores.
Hasta ahora, numerosos científicos, autores de libros y otros estudiosos, han concluido que los animales poseen, en grado variable, capacidad de razonamiento, sentimientos y comportamiento inteligente.
Estas conclusiones son alentadoras y dejan ver el interés de la ciencia por adentrarse en los procesos de comunicación entre el hombre y los animales domésticos.
www.mascotasonline.cl/noticia/189-¿Los+perros+son+inteligentes%3F.html
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