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Adiestrar a nuestro perro no es tarea fácil, pues siempre tratamos de adaptar su comportamiento según nuestra manera de razonar. Sin embargo, todos los perros deben ser educados para conseguir una pacífica convivencia y erradicar pequeños vicios que pueden llegar a resultar muy molestos. Para conseguir que sea nuestra mascota la que se adapte a nosotros y no al contrario se requiere firmeza, constancia y responsabilidad, sin causarle daño pero con determinación. Hemos de recordar que el líder de la manada no es un ogro aterrador sino el dirigente que establece las reglas y también abastece de comida a sus perros y los protege.
Parte del adiestramiento se basa en corregir ciertos malos comportamientos que el perro repite una y otra vez de forma instintiva. Pueden resumirse en los siguientes:
MORDER: Sobre todo para los cachorros, morder hasta destrozar cualquier objeto es algo tan atractivo. La manera de evitar esta acción tan destructiva es eliminar el deseo. Esto puede realizarse mediante el juego; un mordedor o juguete adecuado y un buen y agotador paseo ayudarán al perro a liberarse del estrés y a permanecer más tranquilo una vez lleguemos a casa.
LADRAR: Frente a un sonido agudo como el timbre de la puerta o un vecino que baja andando por las escaleras, muchos perros actúan ladrando de manera estridente y molesta. Esta reacción responde a un instinto territorial y de defensa. En una situación como esta se debe amonestar al animal instantáneamente mediante una orden. Una buena manera de reprenderlo que comprenderá perfectamente es la que usan las madres con los cachorros: tomarlo de la piel del cuello hasta levantarlo levemente del suelo.
PEDIR COMIDA: Cuando estamos a la mesa, es frecuente que el perro acuda a rondarnos, con cara de no haber comido en años. Ante esta actitud nunca debemos ceder, pues se convierta en una costumbre, al ceder una vez en ocasiones posteriores sentirá mayor autoridad para reclamar algún manjar.
TUMBARSE EN EL SOFÁ: Si acostumbramos a un cachorro a poder usar el sofá como lugar de descanso, cuando crezca y llegue de su paseo diario no podremos evitar que lo siga considerando su propiedad. Al encontrar a nuestra mascota subida en el sofá debemos obligarla a bajar y hacerle ver que únicamente en el suelo recibirá premios y buenas palabras de nosotros. Los perros son animales amantes de las rutinas, por tanto, si erradicar este vicio nos está resultando especialmente difícil, podemos intentar romper sus esquemas colocando sobre el sofá plástico de burbujas, cajones o cualquier objeto que lo desconcierte y le haga abandonar su anterior comportamiento.
ECHARSE ENCIMA: Aunque el acto de echarse encima de su dueño u otra persona sea para el perro una señal de cariño no debe ser tolerada bajo ningún concepto. Debemos demostrar que su actitud nos resulta incómoda dando un tirón seco de su collar, dado que si comenzamos una especie de lucha con él podrá ser interpretada como un juego y seguirá repitiendo este comportamiento.
http://www.perros2.com/eliminar-malas-conductas-de-los-perros
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