La cultura popular aún mantiene la idea de que el Sultán de Brunei tiene una colección increíble de autos deportivos y exclusivos, pero aquella no es la verdad, no es de él y los autos están en abandono desde 1998.
Está claro que esto no es una noticia, pero son datos que se han filtrado a través de la red desde hace tiempo. Desde hace muchos años se sabe que el Sultán de Brunei es un feroz coleccionista de autos; fruto de la abundancia de petróleo en Brunei, el dinero circula en grandes cantidades. Se habló de que tenía más de 2.000 autos, todos ellos muy extraños.
Esto, no es verdad… según datos entregados por un inversor privado que se acercó a ver si podía comprar unos cuantos autos, Michael Sheehan describió un desastre que muy pocos pueden imaginar. Los autos nunca fueron del Sultán, gran parte eran de su hermano, el Príncipe Jefri, quien vivía a rienda suelta con cinco mujeres, 17 hijos y un harén con 40 mujeres, un yate llamado “Pezón I”, otro llamado “Pezón II” y por último el jate “Tetas”, entre muchas otras cosas.
El tema es que el príncipe Jefri se gastaba el dinero del estado de Brunei y el desatre quedó en 1997 cuando su “empresa” de inversiones quebró por la crisis asiática y todo quedó en abandono. En el año 2000 Brunei interpuso cargos en su contra para que devolviera todo lo que se gastó con el dinero “del pueblo”.
Volviendo a la colección, Michael el inversionista, exploró varios edificios a los que no se puede entrar con cámara y estarían fuertemente vigilados por guardias del estado de Brunei. En aquellos edificios se albergaban los 2 mil autos adquiridos por Jefri hasta 1997 entre los que figuran ediciones hechas a medida de Ferrari, Rolls Royce, Bentley y Mercedes Benz. Hay muchos prototipos y modelos de los que existe sólo una unidad. Otros tantos (como el Ferrari F40) del que hay 3 ó 4 unidades de distintos colores. Según los registros de Brunei hay gastos por 78 millones de dólares en Pininfarina para la fabricación de Ferraris a medida y 475 millones de dólares en Rolls-Royce.
Los edificios desde 1998 están abandonados, ya no hay aire acondicionado, limpieza ni mantenimiento para estos autos, de los que muchos ya no están ni siquiera para venta. La desgracia es que el inversionista no pudo llevarse ningún modelo, están sin libro de mantenimiento ni papeles legales, por lo que es imposible sacarlos del país. Según un ex-empleado de Rolls-Bentley, en los años 90 Bentley mantuvo sus resultados en positivo gracias a la increíble flota del Sultán.
Hay más de 2.000 autos únicos pudriéndose en Brunei, donde hay tanto dinero que al estado ni siquiera le interesa venderlos para “hacer caja”. Lo único seguro en esta historia es que el Sultán sí tiene una colección, pero ronda los 100 autos, todos modernos.
No tengo claro si las fotos que rondan en internet son realmente de la colección, pero sí tengo claro que muchos autos que se nombran efectivamente están ahí, probablemente en un estado deplorable.
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